El panorama no da para más o al menos nadie quiere que dé para más. No cabe el riesgo. Ni mentarlo. Amparadas en la dichosa crisis, las compañías periodísticas han renunciado a dar la batalla. Aprovechan la menor ocasión para recortar. Medidas paliativas que no permiten bajo ningún concepto afrontar con garantías el futuro. Es como si nuestra única baza a estas alturas fuera morir dulcemente, sin dolor.

En congresos y foros de distinto pelaje nadie habla de periodismo. Se habla, y mucho, de convergencia, de redacciones multimedia, de multiplataformas 24/7… Nadie sabe bien qué es todo eso o cómo se hace, pero se lleva. Significativo y descorazonador momento éste en el que la calidad interesa con la boca pequeña. ¿Hemos perdido definitivamente la vocación? Porque, en el fondo, se trata de esto. Me acusarán de ingenuo y de nostálgico trasnochado, pero mientras el periodismo quede oculto bajo tanto foco ‘convergente’, mientras este viejo oficio nuestro de contar historias que emocionan esté al albur de los departamentos de marketing o de los tiburones financieros… sólo se podrá hablar de crisis.

Perdón si alguien se ha molestado. No era mi intención. Tan sólo quería aprovechar el arranque de este epílogo anual al volumen ÑH6 para propagar un poco de optimismo desde la convicción periodística.

Hay futuro para el periodismo. Vaya si lo hay. Está demostrado: las noticias venden. Pero está demostrado también que las noticias cuestan dinero. La información es cara y no puede ser gratis.

La cosecha ÑH6 ha sido amplia a pesar de los pronósticos. La SNDE está muy satisfecha porque la participación ha sido igual a la de 2008, año de récords. Por todo ello, gracias. Gracias a los medios y a las personas que creen en esta cita. ÑH sólo quiere ser un momento de encuentro y de celebración. Sin los medios y sin las personas, ÑH no tendría razón de ser. Ojalá sigáis todos el año próximo; ojalá se sumen otros que han faltado.

Más allá de los premios que el jurado ha concedido, y como siempre, me gustaría añadir algunas consideraciones personales. Son asuntos que me han interesado y que tal vez interesen también a los que hojeen este libro. Con ese ánimo las hago.

• El País, en ÑH6. El diario líder de la prensa española envió trabajos a concurso por primera vez en seis años. Sólo este hecho es motivo de celebración. Hay ausencias que duelen especialmente, y la de El País era para la SNDE especialmente dolorosa. Dicho lo cual, es curioso comprobar lo difícil que resulta tomar distancia y valorar en su justa medida páginas y coberturas que uno ha visto antes como lector. Quiero decir que El País —como El Mundo, como el periódico local de tu ciudad— forma parte del paisaje diario con el que uno se desayuna y convive. En ese sentido, resulta muy ‘familiar’ y la capacidad de sorpresa de un jurado es menor.

¿Qué quiero decir? Sencillo: tiendo a pensar — quizá equivocadamente— que también los miembros del jurado han pasado de este modo por las páginas de El País y que acaso El País haya sido juzgado más severamente precisamente por ser El País. No lo sé. En el volumen ÑH5 ponderaba positivamente el rediseño de 2007, en fondo y forma. Un año después mantengo lo dicho: creo que la oferta informativa de El País, a todos los niveles, es magnífica.

No suene esto a jabón. Desde un punto de vista gráfico, las aperturas de la sección Vida y Artes son pulcras y tremendamente efectivas: uno tiene ganas de leer los temas en ellas tratados porque son interesantes y están en boca de todos y, también, porque su puesta en página es serena [fig. 1]. La cobertura informativa de la muerte de Michael Jackson, tanto el día de autos como durante los días siguientes, fue soberbia. Vale la pena detenerse en las páginas temáticas diarias que se engloban bajo el epígrafe Tendencias (Moda, Estilos, Gastronomía…): sin dejar de ser El País, aportan aire fresco al periódico [fig. 2]. Y por lo que se refiere a los suplementos, más allá de su desigual calidad gráfica o de la ausencia de una línea coherente que los vertebre, me fijaría en la fantástica apuesta fotográfica que nos regala cada fin de semana el cuaderno de reportajes y análisis Domingo (Marisa Flórez, Gorka Lejarcegi, Luis Magán…) o en las portadas-ilustración de Babelia [figs. 3 y 4].

Pero sería injusto olvidar el riguroso trabajo que realizar el departamento de infografía que dirige Tomás Ondarra, alejado casi siempre de efectismos y volcado en la información, algo que seguramente le resta muchas medallas en competiciones como ésta y otras. Coberturas y portafolios como el del accidente del avión de Air France [fig. 5] o el de la catástrofe de Spanair en Barajas —con su posterior investigación—, entre otros, son ejemplos admirables de profesionalidad por su detalle, contraste de fuentes y seguimiento constante.

• Público, la infografía invade todas las secciones.

Con una aproximación al género muy diferente y un estilo que ya se comentó en el volumen ÑH5, la infografía de diario madrileño Público merece un reconocimiento especial por haber sabido ‘contaminar’ secciones tradicionalmente vedadas. Que yo sepa, ningún diario en España había aplicado antes el lenguaje de los gráficos –y, particularmente, el de la estadística— al cine, la literatura o la música con semejante regularidad. Sí en Estados Unidos, donde su admirado The New York Times ya ganó, por ejemplo, el máximo galardón de los Premios Malofiej en 2009 con un complejo gráfico sobre la recaudación de las películas estrenadas en ese país en los últimos 25 años. Pues bien, vale la pena descubrir de la mano de la infografía de Público las conexiones cinematográficas de Paul Newman con ocasión de su muerte [fig. 6]; o los 191 números uno de la discográfica Motown a la muerte de Michael Jackson [figs. 7 y 8]; o la influencia de Edgar Allan Poe en otros escritores al cumplirse su segundo centenario [fig. 9]…

• Tecnología 3Dpara los gráficos deMarca. El tercer y último comentario sobre infografía va para Marca. Sobre Marca podría decirse lo mismo que he dicho sobre El País: lectores y jurados dan por descontado que Marca va a ‘explicar’ infográficamente los goles de un partido con gran despliegue tecnológico y que eso es lo menos que se puede esperar del diario deportivo líder en la península. Seguramente, por este motivo, han pasado desapercibidas las increíbles reconstrucciones de jugadas y goles en 3D que Marca viene haciendo de un tiempo a esta parte a partir del vídeo y aplicando software específicos. La comparación entre los golazos de Maradona y Messi [fig. 10], por citar sólo uno de los ejemplos a concurso, es de un realismo asombroso.

• ¿Portada-cartel o portada clásica? También hemos hablado aquí, en volúmenes anteriores, de los progresos experimentados por la portada- cartel en la prensa española. El Periódico de Catalunya, el primero que se aventuró por esa senda, sigue deslumbrando y se ha llevado el premio a la portada del año. Aunque Público la frecuenta con menos intensidad que antes, vuelven a destacar algunos diarios pequeños y sin complejos. Singularmente, Heraldo de Soria [fig. 11] y Diario de Burgos [fig. 12], aunque también La Voz de Cádiz. En un momento en el que hasta Libération, referencia indiscutible del cartelismo en portada, ha decidido cambiar de estrategia, resulta asombroso —y es hasta contagioso— constatar cómo estas cabeceras apuestan por la sorpresa como fórmula y renuncian al temor como excusa. De todas formas, sí es cierto que el fenómeno, que apuntaba alto, ha detenido su avance. No ha habido epidemia. Todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

• No sólo de premaquetas vive la información del día. Alguna vez he comentado que es una pena que los diarios reserven sus ‘cañones’ visuales para los suplementos y, en todo caso, para las grandes ocasiones. A mi juicio, eso es maltratar a los lectores. No es verdad que la información del día deba someterse a la dictadura de las premaquetas por exigencias del guión (cierre). Que se lo pregunten si no a la gente (poca) de Heraldo de Soria y Diario de Burgos. El arranque de la sección local Soria, cada día, en páginas 2 y 3, es un ejemplo de frescura y flexibilidad con información fresca [fig. 13]. En Burgos esta frescura la ofrecen con el tema del

día cada domingo [fig. 14].

• Ediciones especiales, o cómo dar valor al producto. Hablando de Diario de Burgos, uno de los ‘tesoros’ sin premiar de esta edición de los ÑH6 es su ejemplar del 1 de mayo de 2009 [fig. 15], dedicado íntegramente al Día del Trabajo y a la crisis económica desde todas sus vertientes e impregnando todas sus secciones. Un proyecto maravilloso de coordinación y oportunidad que muestra cómo es posible revalorizar los diarios con buen periodismo. El otro ‘tesoro’ sin premiar, también de Diario de Burgos, tiene fecha de 9 de octubre de 2008 y el motivo la apertura de una gran exposición sobre Andy Warhol en la ciudad [fig. 16]. Diario de Burgos se convirtió al pop para la ocasión e hizo del ejemplar del día un objeto de colección. Este tipo de ejemplares monográficos ligados a la actualidad sigue la estela marcada desde hace muchos años por Libération, primero, y otros, más tarde. Hablan, sobre todo, de una redacción atenta y sensible, de un equipo que quiere pasárselo bien informando, de un medio que vibra y que lucha por ajustar su tono a como viene el día…

• Siempre nos quedan los suplementos. Aunque estoy convencido de que el futuro es del cuerpo principal de los diarios, y no de los suplementos, por mucha publicidad que vendan estos, lo cierto es que todavía hoy la gran mayoría de los diarios siguen echando el resto en los especiales. ¿Cuándo se convencerán de que los lectores se merecen esa atención a diario y que tal vez así consigan retenerlos o hacerlos más fieles? En fin. Lo dicho no resta un ápice de calidad a verdaderas joyas encontradas en la cosecha de 2009. Por ejemplo, el titulado ‘Zaragoza 1808-1809’, de Heraldo de Aragón [fig. 17], con diseño de Pilar Ostalé e ilustraciones de Luis Grañena, que es un prodigio de delicadeza. Me quedo también con las portadas y, en general, con el tratamiento y las ilustraciones de Pablo García en los suplementos semanales Cultura y Siglo XXI, de La Nueva España [figs. 18 y 19]; y con los dedicados por El Diario Vasco a los centenarios del escultor Jorge Oteiza y de la Real Sociedad [figs. 20 y 21].

• El nuevo Xornal de Galicia. De entre los proyectos de 2009, creo que uno de los más interesantes vuelve a llegar de Galicia. El año pasado era el rediseño de El Progreso en Lugo; este año es un diario nuevo: Xornal de Galicia, con la firma de Miguel Llargués. Xornal de Galicia es a mi juicio un diario tipográficamente diferente. Su apuesta puede ser discutida, pero es valiente y muy personal. Sólo ese hecho, como ya sucediera con El Progreso y su uso de la Fedra de Peter Bilak, le confiere valor. No sólo en eso Xornal de Galicia es un diario que ha llamado la atención: también por su manual de estilo de infografía (con la asesoría de Sandra Villar) y por el conjunto de suplementos semanales, de una riqueza impropia en estos tiempos. Más que Contexto (análisis y reportajes) y Estratexias (economía), los que sobresalen son Exit (en concreto, sus portadas y contraportadas desplegadas) [fig. 22] y, sobre todo, el cultural Nos, donde incluso caben páginas generosas de creación poética y fotográfica que remiten a otra época [fig. 23].

• ¿Tiene futuro un diario como i? Quería dejar para el final un apunte brevísimo sobre el diario que más comentarios suscitó en el jurado de los ÑH6: el lisboeta i, nacido en mayo. Aunque está mal que lo diga yo por haber participado en la gestación y desarrollo del proyecto, creo honestamente que la propuesta periodística de i es lo más novedoso que ha registrado el panorama de medios impresos en Europa en los últimos años. Pleno de convicción periodística y con la vocación de crear nuevos lectores, i irrumpió en el mercado para ser diferente. El equipo de i y su grupo editor son conscientes de los riesgos que esa decisión implica, sobre todo en medio de una fortísima crisis económica y del sector, pero están dispuestos a resistir. Tiempo habrá para evaluar con más perspectiva su impacto y su aceptación, pero tras cinco meses de andadura es de justicia reconocer lo novedoso de su modelo periodístico (lo esencial, al principio en Radar; lo importante, los grandes temas, en el centro en Zoom; las tendencias, al final en Mais) y su radical apuesta gráfica desde la sobriedad de la Helvetica y de la Plantin. Ambos, contenidos y presentación, acercan definitivamente a i al mundo de la revistas sin serlo y abren la puerta quizá un nuevo tipo de diario minoritario, pero imprescindible